En esta publicación no vais a encontrar ninguna receta, ni tampoco calculadoras de puntos, ni alimentos de los cuales abusar para satisfacer nuestra gula. Y es que esta publicación la quiero dedicar a algo que tenemos, en general, muy olvidado: la salud.
Hace ya un par de años que empecé a utilizar esta dieta (puntos). La verdad es que la utilicé solo durante unos meses, pero me encantó el hecho de poder comer según que cosas a saciedad y contar solamente una determinada cantidad de puntos. Al principio perdí un par de quilos... pero después me estanqué y no conseguí bajar más.

Este párrafo seguramente os suene a algo que ya hayáis leído miles de veces en Internet, pero me interesa que entendáis el por qué. No hay dieta que funcione mejor que la dieta en la que se come sano. Todas estas míticas dietas, bien conocidas por todos nosotros, dónde se "prohíbe" comer una serie de alimentos (por ejemplo, hidratos de carbono), dietas dónde se consume exclusivamente una sopa hecha con verduras, o dietas que prometen bajar de peso drásticamente, son más bien anti-dietas. Las llamo anti-dietas, no porque no vayamos a bajar de peso si las hacemos, sino porque perjudican al funcionamiento de nuestro organismo, a su capacidad de asimilar alimentos, de mantener el metabolismo alto, afecta también a la cantidad de músculo que tiene nuestro organismo (el cual consume más calorías que, por ejemplo, la grasa) y, sobretodo, nos enseña y acostumbra a comer mal, y distorsionan más (si cabe) nuestra idea de lo que realmente es una dieta saludable.

Dentro de mi cabeza, yo creía que sabía comer y más importante aún, que mi dieta era bastante sana. Después de tirar la toalla con las dietas y no conseguir bajar los 7kg que me sobraban decidí visitar a un nutricionista para asegurarme de qué, efectivamente, mi dieta era correcta y que el hecho de que no perdiera peso estaba relacionado con el mal funcionamiento de alguna parte de mi cuerpo, como podría ser la tiroides .
Nada más lejos de la realidad. Mi dieta ha cambiado drásticamente. No estaba llevando una dieta saludable. No comía todo lo que mi cuerpo necesitaba, y estaba dándole energía de fuentes en las que es mejor ni acercarse, como por ejemplo, el azúcar. Ahora estoy comiendo más que nunca. Un tapper ya no es suficiente para llevar al trabajo toda la comida que mi cuerpo necesita. No he vuelto a pasar hambre y, lo mejor de todo, he bajado ya 2kg.

Un nutricionista no es alguien lejano, ni difícil de encontrar, ni solo para casos extremos. Así como el que sufre depresión debería visitar un psicólogo, el que se pelea con su cuerpo y su dieta debería visitar a un nutricionista y, a ser posible, antes de que se destruya nuestro templo de salud.
A los que habéis llegado hasta aquí, enhorabuena. Parece que realmente os interesa vuestra salud. Ahora solo me queda recomendaros la nutricionista a la que yo fui. No, no tengo comisión. Ni tampoco me va a regalar ninguna sesión. Tampoco es la única nutricionista que hay en Palma de Mallorca (donde yo vivo). Simplemente es la que a mi se me recomendó y la que a mi me está funcionando. Dispone, también, de sesiones por Skype para la gente que no esté en la isla. Se llama Lucía y la podéis encontrar aquí: http://www.centronutricionpalma.com/

Un saludo a todos y gracias por leerme!